sábado, 2 de agosto de 2008

Mis memorias políticas (IV): Campañas electorales




Desde que tengo uso de razón “política” siempre he estado involucrada de una forma u otra en las mayorías de Campañas electorales. Desde ser la “jovencita florero” que ponía el vaso de agua al ponente del mitin, a pegar carteles, hacer buzoneo, fotocopias, puerta a puerta, reuniones, actos varios, organizar caravanas, relaciones con los medios, dar mítines, debates, y hasta Coordinar la campaña en si, entre otras cosas han pasado por mis “actividades de campaña”.

Ahora que parece que está muy de moda “descubrir” nuevos valores que por participar en alguna que otra campaña se le “premia” con puestos de trabajos, puestos de cargos orgánicos, o confianza ciega hasta seculam seculorum sin mirar ni siquiera si saben distinguir la derecha de la izquierda, os voy a contar alguna que otra experiencia mía en Campañas electorales.

Recuerdo con cierta añoranza una campaña electoral a nivel nacional y regional en la que pude trabajar con cierta intensidad y hasta con cierta libertad de actos por mi parte, las elecciones generales y autonómicas de 1996 en la provincia de Málaga. Venida de vuelta de mi trayectoria política Regional, la cual dimití por motivos personales, sobre todo económicos y psicológicos. Imaginaros, mujer, 29 años, sin estudios superiores, ni trayectoria profesional intensa por estar dedicada al 100% a mi partido, acabándoseme en aquella época el subsidio familiar (unas 40.000 pts. de las de entonces), y sin trabajo a la vista, y un hijo de 11 años al que criar y alimentar, llegaron los preparativos de aquellas elecciones.

Lo primero, confeccionar la lista de candidatos. Miguel Ángel y yo, en aquel entonces, él Sº General de las JSA de Málaga y yo su Vicesecretaria, estábamos también llegando al término de nuestro mandato en las Juventudes Socialistas, habíamos hecho un pacto, el día que se fuera uno, se iría el otro, y así lo hicimos, pero eso ocurrió después de aquellas elecciones, el tan famoso Congreso en Mollina. Ya por aquella época habíamos conseguido más o menos que se cumpliera el cupo de cuota joven en las listas electorales de nuestro Partido, aunque a veces como siempre, la ley hace la trampa, y nuestros “mayores” intentaban cumplir esa cuota matando varios pájaros de un tiro, si eras joven, mujer y de comarca, tenías todos los números para que te dieran el premio y ellos de camino “cumplían cuotas”, y por ello intentamos nosotros también sumarnos a ese carro. Recuerdo bien el día que se reunió la comisión de listas para realizar las listas al congreso, senado y parlamento en las cuales Miguel Ángel participó y teníamos clara nuestra propuesta y la estrategia de negociación. Él sería candidato a ir al Congreso, y yo iría de candidata al Parlamento andaluz, y con esa propuesta se acudió a aquella reunión con la aprobación de nuestra Ejecutiva Provincial de las JSA de Málaga.

Mucho hubiera sido darse con un canto en los dientes, que como siempre, no hubiera ocurrido “algún problema”, y ocurrió. Mientras yo esperaba fuera de aquella sala donde transcurría la reunión, dentro se debatía al parecer nuestras propuestas, aunque me enteré en un receso de la misma del “problema” en cuestión. Recuerdo a Miguel Ángel y a un Juan Carlos Lomeña, en aquel entonces Sº de Política Municipal del PSOE-Málaga y portavoz en aquella negociación, hablando en el pasillo, y me acerqué…

El problema en cuestión, como siempre, era YO. Al parecer mi nombre no era bien visto como candidata al Parlamento Andaluz (y eso que tenía todos los requisitos), y no os podéis imaginar la explicación a tal negativa de mi candidatura. Al parecer, según me dijo Lomeña, palabras textuales, yo tenia SANGRE RENOVADORA, flípalo tú después de haber pasado cerca de 2 años de aquella “batalla”, y habiendo sido espía del sector guerrista en el sector renovador, que me denominaran de aquella forma, y todo por tener un familiar (mi tío) que pertenecía al “barco renovador”, y como aquella Ejecutiva actual era mayoría guerrista, pues parece que se acordaron más de mi “parentela” que de mi “trabajo político”… Como decía un político del PP, MANDA WEBOS, a estas alturas de la película.

En fin, visto lo visto, tuvimos que cambiar la estrategia respecto a “nombres” para candidato al Parlamento, y yo como siempre tenía una “debilidad” llamada Paco Conejo, como siempre, y ya lo había hecho en más de una ocasión, si yo no podía, por lo menos que pudiera alguien a quien yo siempre he dicho que era y es “parte de mi”. Y tuvimos nuestros rifirrafes y nuestros más y nuestros menos en aquella negociación, pero al final aceptaron, y obtuvimos al final a Miguel Ángel Heredia como candidato nº 5 al Congreso y a Paco Conejo como candidato nº 8 al Parlamento Andaluz.

Aquellas elecciones se mostraban difíciles por no decir un poco con futuro catastrófico debido a la crisis del partido, casos de corrupción, Gal y otros desgastes que después de la victoria raspada en el 93, se preveían unos resultados un poco negros por llamarlos de alguna forma. Las encuestas nos daban 4 para el Congreso y 6 para el Parlamento, es decir, que después de nuestra lucha negociadora para las listas, teníamos un futuro bastante desprometedor por delante en los resultados, y no se porqué algo me decía en mi interior que si se “trabajaba” a destajo en aquella campaña se podrían “rascar” votos y sacar mejores resultados que los que las encuestan nos mostraban, y me puse a ello.

En aquella campaña electoral me dieron manos libres para coordinarla con “mis 2 candidatos”, creo que nos la dieron porque no creían en nosotros, creían que así nos mantendrían entretenidos y los “niños” no darían mucho por culo, pero yo tenía otros objetivos finales y me puse manos a la obra.

Ser candidato en una campaña electoral no es sonreír obligadamente y con desgana, ni repartir solo rosas que te ponen en la mano como si fueras un robot, o decir a los medios cosas que te escriben otros, y que tú te aprendes la noche anterior como si fuera un monólogo aprendido. Ser candidato es preocuparse por el ciudadano que te va a votar, escuchar, que no oír, sus problemas, e intentar resolverlos, creer en el programa electoral que llevas y saber explicarlo con argumentos, hablar con la gente porque sientes que tú estas al servicio de ellos y no viceversa, y tener vocación de que vas a ser político de verdad durante el mandato que ocupes de cargo público, y no solo utilizar al votante 15 días de campaña electoral y luego cobrar un sueldo que “ellos” te pagan, pero tú te olvidas de que son ellos a quien les debes que tú lo cobres. En conclusión ser político es ser como una Farmacia de guardia 24 horas al día 7 días a la semana, comunicando, respetando y conviviendo con el votante y no convertirte en político de paja que solo acude a actos y te paseas en vehículo oficial y te pagan los viajes gratis de tal manera que se te sube el cargo a la cabeza y parece que te han dado ese cargo con carácter vitalicio por tu cara bonita. El ser candidato hay que trabajarlo antes, durante y después de una campaña electoral, y esa era mi finalidad con aquellos 2 candidatos que yo me asigne: Miguel Ángel y Paco.

No he visto nunca a 2 candidatos trabajar más que en aquella campaña, no se si los pobres cuando llegaba el final del día y se acostaban a dormir se acordaban de mi para odiarme o lo mismo del cansancio no tendrían tiempo ni para odiarme jajaja

Un día de mis candidatos era, levantarse tempraníiiisimo, llegar a la comarca en cuestión, toma de contacto con los “compañeros” del lugar, y empezaba el itinerario: encuentros con empresarios, trabajadores, medios, asociaciones, ciudadanos de a pie, mercadillos, almuerzo de trabajo, ruedas de prensa, recorridos por los municipios (a veces 2 o 3 en un solo día) con sus respectivos encuentros y reuniones, y terminar con un mitin fiesta o algún debate en televisión local, con lo cual el día que más temprano terminaban era a las 12 de la noche, desde cualquiera sabe a que hora temprana de la mañana empezaron, y al día siguiente…. Vuelta a empezar….

Así estuvieron la precampaña y campaña, casi un mes entero, contra viento y marea de las noticias que se nos venían encima del acoso mediático nacional contra nuestro Partido, pero nosotros en ningún momento (los tres) nos dio por tirar la toalla…

Y llegó el día D, como se le llamaba al día que se celebraban los comicios electorales, el día 3 de Marzo de 1.996. Málaga lo tenía todo en contra, encuestas fatales, cabeza de lista aterrizada por venir desterrada de su federación madrileña, la entonces Ministra de Asuntos Sociales Cristina Alberdi, la cual no era muy bien vista en la Provincia, recién salidos de una lucha interna de la que todavía quedaban secuelas graves, pero solo había 3 personas que no se porqué tenían su visión en unos resultados mejores que los esperados y simplemente porque “se lo habían trabajado” y de verdad…

Recuerdo aquel día como un día memorable en mi “trayectoria política”. Me colocaron dentro del despacho del Sº General, ordenador en ristre, para dar los resultados directamente al Comité Electoral. Y empezó el escrutinio de los votos, y al comienzo del mismo Málaga tenía resultados de 4 Diputados y 7 Parlamentarios, y a nivel nacional los resultados eran nefastos, estábamos perdiendo frente a un PP que subía como la espuma, pero mi insistencia, nervios e ilusión insistía una y otra vez en darle al click de aquel ratón en actualizar datos una y otra vez, y cual fue mi sorpresa que mientras todos daban por ratificados aquellos datos, yo veía en aquella pantalla como en Málaga subíamos y subíamos votos granito a granito, pero callaba, no quería dar falsas expectativas a nadie, me preguntaban y yo callaba, solo decía… pues igual.. no subimos. Pero subimos, y vaya si subimos, cuando ya me aseguré de aquel 5º escaño, grité alto y claro en aquel despacho… “Compañeros el mollino esta dentro, tenemos 5 diputados nacionales en la provincia de Málaga” (así llamábamos cariñosamente a Miguel Ángel Heredia). Las caras de muchos eran de sorpresa e incredulidad, pero para mi no era eso, era el esfuerzo de 2 candidatos que sí habían hecho bien su trabajo km. a km. por la provincia, y no solo como meros adornos o por compromiso como lo habían hecho “otros”. Mi pena en aquel día es que al final del escrutinio no conseguimos el 8 escaño al Parlamento Andaluz por solo 1000 votos, yo me dije… “unos días más de campaña y lo hubiéramos conseguido”, aunque 2 años después por cambios de cargos públicos de unos a otros sitios Paco Conejo si llegó a ser Parlamentario Andaluz, y fue mi culmen de felicidad y orgullo de que mis 2 compañeros y amigos, “mis 2 niños” consiguieron llegar donde nos propusimos aquel mes de febrero de 1996, y aunque perdimos las elecciones generales a nivel nacional, yo aquel día fui feliz, muy feliz.

Es más, yo siempre tenía la esperanza de que Paco llegaría a ser Parlamentario en aquella legislatura, y como parece que yo siempre me apuesto algo en política y siempre gano, aquella vez en una reunión ociosa en una tetería en Granada, 2 compañeros de la Ejecutiva Regional de las JSA y yo, nos apostamos que si Paco llegaba a ser Parlamentario Andaluz en aquella legislatura yo aceptaría a ser la amante de uno de ellos, y como ven… él llegó a ser Parlamentario y yo me convertí en amante de uno de ellos, pero esa es otra historia que me guardo, no queráis ser tan “curiosos” jejeje.

Después de aquella Campaña electoral, ocurrieron otras cosas, pero eso ya en otra entrega ¿no creéis?...

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