1 de Junio: Hemos pasado nuestra primera noche a bordo del barco, aunque atracados en el Puerto de Estambul. Nuestra primera excursión para descubrir esa impresionante ciudad es lo primero que planeamos en la mañana, aunque antes hay que coger fuerzas y nos vamos al Buffet Libre donde hay un impresionante desayuno variado ante nuestros ojos: Fruta, bollería, tostadas, zumos, café, cereales, bacon, huevos revueltos, etc....
Después del desayuno, ebook en mano, lleno de guias turísticas de las ciudades que visitaríamos que me fui bajando del mundo virtual cuando preparábamos el viaje, nos aventuramos como dos novatos en descubrir por libre Estambul. Salimos del puerto enseñando nuestros flamantes pasaportes y nos encontramos una vorágine de taxistas requiriéndonos para pasearnos por la ciudad. Primera misión, acordarme de como regatear.... al final negociamos con el taxista unas 4 horas haciéndonos de guia incluido para visitar la Mezquita Azul, Santa Sofía, Gran Bazar, Mercado de las Especias, y paseo por la ciudad en general, todo por unos 70 euros (yo me quedé con cara de... podía haberlo sacado por menos, pero Juanrra más novato que yo en estos menesteres, lo vio bien, y accedimos).
El tráfico, bastante intenso, después de atravesar el puente viejo de Galatara que cruza el Bósforo, nos introducimos a la zona de la Mezquita Azul. Esta vez mi inglés me sacó de apuros, todavía me defiendo en ese idioma para hablar fuera de España. Nuestro taxista-guia nos acompañaba y nos ayudo a dejar zapatos en una bolsa, así como de cogerme un paño que daban en la puerta para las extranjeras que querían acceder dentro de la Mezquita (argggg, a saber de donde y cuanta gente se habrá puesto ese trapo y lo tieso, y la calor, y mi asquitooo). Nos dejaron, digo yo por ser más turísticas, acceder hombres y mujeres juntos. Una maravilla de mosaicos, porque yo eso de las religiones, sea la que sea, sigo sin aceptarlas, y menos de comprenderlas, aunque respete las creencias de las que las siguen, y por ello admiro la monumentalidad del edificio en cuestión, así como su Historia. Hermosos jardines, y "apariencia europeista" por los alrededores turísticos, aunque todavía muy lejos de que puedan entrar en la Comunidad Europea, aún siendo ese el mayor deseo del país. Ciudad cosmopolita, aún todavía inmersa en una radical costumbre de religiosidad extrema.
Paseando por los jardines nos adentramos en Santa Sofía, única mezquita del lugar convertida al cristianismo, aunque hace más las veces de museo. Como había gran cola y el tiempo era escaso, admiramos su arquitectura externa y poco más, y nos fuimos hasta el Gran Bazar.
El Gran Bazar, vorágine de tiendas, tiendas y tiendas, donde el arte del regateo se convierte en el idioma común del mercadeo común de la zona. Como no, por su ansia de introducirse en Europa no nos hizo falta cambiar, aceptaban euros.
Grandes imitaciones de grandes marcas, ni comparación con la de los chinos, ni similares. Olores, colores, y sonidos peculiares, era como un laberinto imposible de ver en un pequeño espacio de tiempo, yo creo que ni en un día completo para los turistas consumistas, jajaja...
Por supuesto que a mi se me iban los ojos para comprar cosas para todos, "mira esto para las niñas" (nuestras sobrinas), y esto para las chicas, y mira aquello, que bonitoooooo.... Juanrra te gusta esta cartera?, la tuya esta un poco vieja.... Una estupenda cartera de piel, buena imitación de Prada, que el de la tienda pedía en un principio 75 euros... jajaja, ni loca..... saque mis armas de mujer regateadora profesional heredadas de mi madre y lo saque por 15 euros, y el pobre quedó con cara de.... "la leche que le dieron a esta" jajajaja... y yo triunfante con mi compra en plan vencedora en un torneo de máxima competición, juas juas....
También me compre un conjunto que nos gustó a los dos típico de la zona como para bailar la danza del vientre, aunque como mueva mi vientre creo que ultimamente puede ocurrir un tsunami, mira que he cogido kilos este último año, ufffff....
Yo quería ir al Mercado de las Especias, que es más pequeño y más cómodo de comprar, así que allí nos acercamos, después de dar una pequeña vuelta última con el taxista, al que ya despedimos, ya que el Puerto no estaba muy cerca de allí, y volveríamos andando en un pis pas, o eso creíamos...
Me gustó más este Mercado, más olores, más colores, mas de la gente de allí, donde nos hicimos con café, especias, té de manzana, canela, negro, etc... y hasta con unas cerezas enormes que se me antojaron comprar...
Como no, nos propusimos traernos un imán para el frigorífico de cada sitio que visitáramos, y eso hicimos.
Ya de vuelta al Barco cruzamos, esta vez andando por el viejo puente, con unas vistas estupendas del Bósforo, y su tráfico naviero. De vuelta con las bolsas de regalos y souvenirs cargados se nos hizo un poco largo, pero por donde pasaba mi vista parecía una grabadora queriendo guardar cada vista, cada paisaje, cada edificio por el que pasaba. Quien sabe si no vuelvo más a ese lugar. Por cierto, mira que es grande Estambul, pues al cruzar la carretera para coger el acceso al Puente, a quien nos encontramos??? A la familia Basura, mira que nos retrasamos en escaparates para no coincidir... Juanrra decía, estamos gafados.... Al desaparecer de nuestra vista, volvimos a echar el paso y haciéndonos fotos en mitad del puente... ohhhhh.... de nuevo, sin saber de donde, puesto que parecía que los habiamos perdido, vuelve a aparecer la familia Basura.... era como una historia sin fin... eran como una pesadillaaaa.... aaaahhhhhh.
Por fin llegamos al barco, que íbamos muertos de hambre, todo sea decirlo, y después de soltar las bolsas en el camarote y un pequeño refresco y cambio de ropa, nos lanzamos de nuevo al buffet.... La comida maravillosa, todo estaba bueno, no había nada a lo que decirle que no....
A las 4 de la tarde, abandonábamos Estambul, el Barco se pone en movimiento, y era lo que estábamos deseando, navegar y disfrutar del Mar.... Magníficas vistas, y como no, fotos, fotos, y más fotos, yo y mi marinero. Muchas margaritas, daiquiris y cócteles varios y a disfrutar de la piscina y el jacuzzi y las hamacas, ya rumbo a Esmirna (Izmir), también en Turquía, donde llegaríamos a la mañana siguiente.
Por la noche disfrutamos del Espectáculo en el Teatro Mirasierra, donde nos deleitaron con un espectáculo del Ballet imitando los bailes de Bolliwood, precioso, y como no terminamos la jornada subiendo a cubierta para disfrutar de la vista nocturna de las costas de Turquía, así como disfrutar de la brisa marina, simplemente maravilloso....
Para los indecisos, deciros que el Barco no se mueve casi nada, ni siquiera lo notas, y es lo primero que piensas cuando ves esa nave tan grande atracada en el puerto, de Cómo es posible que no notes que va navegando por el inmenso Mar... La tecnología de ahora digo yo....
La siguiente entrada os contaré nuestra llegada a Esmirna y su consiguiente excursión (también por libre, pero más experimentados) a Éfeso...
NOTA: Que conste que Juanrra me acompañó en la excursión, pero esta vez, no se, le habrá dado un arranque de timidez, que me ha dicho que no lo saque tanto en el blog... Hombresssssss (Así que lo he castigado sin salir, ea, y que le den)
Después del desayuno, ebook en mano, lleno de guias turísticas de las ciudades que visitaríamos que me fui bajando del mundo virtual cuando preparábamos el viaje, nos aventuramos como dos novatos en descubrir por libre Estambul. Salimos del puerto enseñando nuestros flamantes pasaportes y nos encontramos una vorágine de taxistas requiriéndonos para pasearnos por la ciudad. Primera misión, acordarme de como regatear.... al final negociamos con el taxista unas 4 horas haciéndonos de guia incluido para visitar la Mezquita Azul, Santa Sofía, Gran Bazar, Mercado de las Especias, y paseo por la ciudad en general, todo por unos 70 euros (yo me quedé con cara de... podía haberlo sacado por menos, pero Juanrra más novato que yo en estos menesteres, lo vio bien, y accedimos).
El tráfico, bastante intenso, después de atravesar el puente viejo de Galatara que cruza el Bósforo, nos introducimos a la zona de la Mezquita Azul. Esta vez mi inglés me sacó de apuros, todavía me defiendo en ese idioma para hablar fuera de España. Nuestro taxista-guia nos acompañaba y nos ayudo a dejar zapatos en una bolsa, así como de cogerme un paño que daban en la puerta para las extranjeras que querían acceder dentro de la Mezquita (argggg, a saber de donde y cuanta gente se habrá puesto ese trapo y lo tieso, y la calor, y mi asquitooo). Nos dejaron, digo yo por ser más turísticas, acceder hombres y mujeres juntos. Una maravilla de mosaicos, porque yo eso de las religiones, sea la que sea, sigo sin aceptarlas, y menos de comprenderlas, aunque respete las creencias de las que las siguen, y por ello admiro la monumentalidad del edificio en cuestión, así como su Historia. Hermosos jardines, y "apariencia europeista" por los alrededores turísticos, aunque todavía muy lejos de que puedan entrar en la Comunidad Europea, aún siendo ese el mayor deseo del país. Ciudad cosmopolita, aún todavía inmersa en una radical costumbre de religiosidad extrema.
Paseando por los jardines nos adentramos en Santa Sofía, única mezquita del lugar convertida al cristianismo, aunque hace más las veces de museo. Como había gran cola y el tiempo era escaso, admiramos su arquitectura externa y poco más, y nos fuimos hasta el Gran Bazar.
El Gran Bazar, vorágine de tiendas, tiendas y tiendas, donde el arte del regateo se convierte en el idioma común del mercadeo común de la zona. Como no, por su ansia de introducirse en Europa no nos hizo falta cambiar, aceptaban euros.
Grandes imitaciones de grandes marcas, ni comparación con la de los chinos, ni similares. Olores, colores, y sonidos peculiares, era como un laberinto imposible de ver en un pequeño espacio de tiempo, yo creo que ni en un día completo para los turistas consumistas, jajaja...
Por supuesto que a mi se me iban los ojos para comprar cosas para todos, "mira esto para las niñas" (nuestras sobrinas), y esto para las chicas, y mira aquello, que bonitoooooo.... Juanrra te gusta esta cartera?, la tuya esta un poco vieja.... Una estupenda cartera de piel, buena imitación de Prada, que el de la tienda pedía en un principio 75 euros... jajaja, ni loca..... saque mis armas de mujer regateadora profesional heredadas de mi madre y lo saque por 15 euros, y el pobre quedó con cara de.... "la leche que le dieron a esta" jajajaja... y yo triunfante con mi compra en plan vencedora en un torneo de máxima competición, juas juas....
También me compre un conjunto que nos gustó a los dos típico de la zona como para bailar la danza del vientre, aunque como mueva mi vientre creo que ultimamente puede ocurrir un tsunami, mira que he cogido kilos este último año, ufffff....
Yo quería ir al Mercado de las Especias, que es más pequeño y más cómodo de comprar, así que allí nos acercamos, después de dar una pequeña vuelta última con el taxista, al que ya despedimos, ya que el Puerto no estaba muy cerca de allí, y volveríamos andando en un pis pas, o eso creíamos...
Me gustó más este Mercado, más olores, más colores, mas de la gente de allí, donde nos hicimos con café, especias, té de manzana, canela, negro, etc... y hasta con unas cerezas enormes que se me antojaron comprar...
Como no, nos propusimos traernos un imán para el frigorífico de cada sitio que visitáramos, y eso hicimos.
Ya de vuelta al Barco cruzamos, esta vez andando por el viejo puente, con unas vistas estupendas del Bósforo, y su tráfico naviero. De vuelta con las bolsas de regalos y souvenirs cargados se nos hizo un poco largo, pero por donde pasaba mi vista parecía una grabadora queriendo guardar cada vista, cada paisaje, cada edificio por el que pasaba. Quien sabe si no vuelvo más a ese lugar. Por cierto, mira que es grande Estambul, pues al cruzar la carretera para coger el acceso al Puente, a quien nos encontramos??? A la familia Basura, mira que nos retrasamos en escaparates para no coincidir... Juanrra decía, estamos gafados.... Al desaparecer de nuestra vista, volvimos a echar el paso y haciéndonos fotos en mitad del puente... ohhhhh.... de nuevo, sin saber de donde, puesto que parecía que los habiamos perdido, vuelve a aparecer la familia Basura.... era como una historia sin fin... eran como una pesadillaaaa.... aaaahhhhhh.
Por fin llegamos al barco, que íbamos muertos de hambre, todo sea decirlo, y después de soltar las bolsas en el camarote y un pequeño refresco y cambio de ropa, nos lanzamos de nuevo al buffet.... La comida maravillosa, todo estaba bueno, no había nada a lo que decirle que no....
A las 4 de la tarde, abandonábamos Estambul, el Barco se pone en movimiento, y era lo que estábamos deseando, navegar y disfrutar del Mar.... Magníficas vistas, y como no, fotos, fotos, y más fotos, yo y mi marinero. Muchas margaritas, daiquiris y cócteles varios y a disfrutar de la piscina y el jacuzzi y las hamacas, ya rumbo a Esmirna (Izmir), también en Turquía, donde llegaríamos a la mañana siguiente.
Por la noche disfrutamos del Espectáculo en el Teatro Mirasierra, donde nos deleitaron con un espectáculo del Ballet imitando los bailes de Bolliwood, precioso, y como no terminamos la jornada subiendo a cubierta para disfrutar de la vista nocturna de las costas de Turquía, así como disfrutar de la brisa marina, simplemente maravilloso....
Para los indecisos, deciros que el Barco no se mueve casi nada, ni siquiera lo notas, y es lo primero que piensas cuando ves esa nave tan grande atracada en el puerto, de Cómo es posible que no notes que va navegando por el inmenso Mar... La tecnología de ahora digo yo....
La siguiente entrada os contaré nuestra llegada a Esmirna y su consiguiente excursión (también por libre, pero más experimentados) a Éfeso...
NOTA: Que conste que Juanrra me acompañó en la excursión, pero esta vez, no se, le habrá dado un arranque de timidez, que me ha dicho que no lo saque tanto en el blog... Hombresssssss (Así que lo he castigado sin salir, ea, y que le den)
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