La mayoría de las personas que son mis amigos y amigas de verdad, saben que valoro mucho el significado de esa palabra y lo que ello conlleva "La amistad". Pocas, por no decir casi nunca, he pedido "auxilio" a mis amigos, cuando me he visto con el ánimo por los suelos, aunque ellos lo notan y vienen en mi auxilio antes de que yo misma les pida esa ayuda...
¿Será porque cuando les ha hecho falta, yo he estado ahi, pero nunca les he pedido nada a cambio? Siempre me he sentido muy orgulllosa de los logros de mis amigos, y apenada por sus fracasos además de apoyarlos en lo que me ha sido posible. Nunca me hace falta que me den las gracias por nada de lo que haya hecho por ellos, no las quiero, me siento agradecida de tenerlos como amigos. Esas son verdaderamente las causas por las que me siento agradecida de verdad, su amistad.
Te puedes cabrear con un amigo, y a veces, la mayoría, encontrar explicación lógica del porqué de la actuación de tal o cual amigo contigo, y del porqué del cabreo en si, aunque en el momento frio de la disputa no le veas explicación.
De siempre, en mi andadura política, he tenido una cosa muy presente, separar mi cerebro del concepto de amistad y política. ¿porqué? Porque se puede ser amigo de personas que no tengan tus mismos ideales, ni tus mismos intereses... se puede... yo doy fé de ello. Y siempre asi lo he demostrado a mis amigos.
Siendo de izquierdas, me acuerdo en las pasadas elecciones municipales como acompañé a una amiga a votar. Ella simpatizaba con un partido al que yo, pues no es muy de mi devoción, y ella me pidió ayuda en buscar las correspondientes papeletas para votar al partido que ella quería. ¿Que hice yo? Búscarselas y dárselas, y ella votó al partido que ella quería, no por el que yo hubiera votado. Eso se llama honestidad, transparencia y amistad de verdad. No por tener diferentes ideales la iba a engañar en meter en la urna unas ideas que ella no compartía, ¿no creen?
En 20 años de política me ha dado tiempo a hacer de todo como leyeron en mis pasadas memorias, y a tener amigos, enemigos, y especies varias de no se qué como llamarlos de conocidos.
Pero les voy a poner dos ejemplos de como la política y la amistad pueden no llevar caminos conjuntos y me gustaría que opinaran sobre ello o como actuarían ustedes, ¿les parece?
Una persona metida en la política con buen cargo (público u orgánico, da igual), y otra persona fuera de toda organización política y/o sindical. Ambos son amigos desde hace bastantes años (unos 15 por poner un dato numérico), y se han preocupado el uno por el otro desde siempre (o eso habían creído, ambos dos).
La primera persona tiene ahora una buena posición, debido a su esfuerzo, entre otras cosas, sus apoyos, sus influencias, y su recorrido en la vida, y por supuesto tiene un buen amigo, entre otros muchos, que es la segunda persona en cuestión.
La segunda persona, fuera de todo ámbito público y/o político, pasa por una situación laboral un poco anímica y preocupante, pero siempre ha sido fuerte y cree que no le hará falta nunca ayuda de nada ni de nadie. Hasta que vienen las cosas demasiado mal y se encuentra al borde del barranco.
La segunda persona, en su afán de superación y salir del bache laboral, dentro de su desesperación, abandona su orgullo y pide ayuda a su amigo el político.
1º ejemplo.-Imaginemos que hay una Administración pública en la que la 2º persona ve una oportunidad de provecho laboral, en un concurso público, y llama a su amigo, el político, para que le "ayude", aprovechándose de la situación del primero y sus influencias para que le beneficie y le "coloque" en esa oportunidad, aunque no sea la persona idónea para el puesto al que concurre, o no tenga los requisitos adecuados para que opte a tal oportunidad (la petición se basaría del 2º al 1º en que haga uso de sus influencias y contactos y llame a la persona que dirige la administración pública). La primera persona, el político, no muy amigo de las no transparencias y la no honestidad en ese tipo de actos, hace caso omiso de la llamada de auxilio del amigo, y no le ayuda. Ya que su lema es hacer de la legalidad su lema, y llevarlo todo muy TRANSPARENTE, HONESTO, y por la vía de la LEGALIDAD...
Este tipo de "amistad" a mi parecer me parece aprovechada por parte de la segunda persona, ya que aprovecha la situación de influencia de su amigo para lucrarse en beneficio propio, sin tener derecho a ello, eso se llamaría "enchufismo", ¿no creen?
Pero pongamos un segundo supuesto...
Volvemos a encontrarnos con las 2 personas anteriores. Primera persona, el político, y segunda persona, su amigo, con las dos mismas situaciones de status. El primero bien situado, el segundo, a punto de desmoronarse.
2º ejemplo.-Ahora imaginemos que hay una Administración pública en la que la 2º persona ve una oportunidad de provecho laboral, en un concurso público, en la que sabe por información fidedigna, que aunque él tiene los mejores requisitos para acceder a esa oportunidad laboral, hay algo que huele mal, sabe que alguien de esa administración no va a hacer las cosas conforme la transparencia, igualdad, méritos y legalidad que debería regir en una administración pública, y llama a su amigo el político para que avise a quien dirige esa Administración pública, para que se hagan las cosas BIEN. En definitiva, que haya un concurso justo de oportunidades, y la legalidad y transparencia priman por encima de todo, ya que la primera persona sabe de siempre que a su amigo el político eso es lo que siempre ha llevado bien a gala... transparencia, honestidad, legalidad, etc.. etc... y eso es lo que quiere hacer ver que predica el partido en el que milita.
Pues bien, la segunda persona, el político, hace caso omiso de la llamada de auxilio de su amigo, y mira para otro lado, no hace la llamada de rigor para advertir de la ilegalidad y esa administración pública elige a otra persona que no cumple los requisitos exigidos para tal convocatoria.
A esta segunda situación, la verdad que no se como denominarla, pero creo que en principio sería como ¿desilusión del segundo ante el primero? ¿la amistad del segundo hacia el primero no era tan verdadera como parecía? ¿Qué se ha perdido en esa amistad por el camino?
Yo, acabo de padecer una de las dos situaciones, aunque no les voy a decir cual. Los que de veras me conocéis, seguramente sabréis cual de las dos he padecido, y por ello me siento triste, muy triste de perder un amigo en esas circunstancias... Aunque en el fondo sé que si a esa persona le hace falta algo algún día, aqui me tendrá, yo si valoro la amistad como tal, aunque hayan piedras y espinos por el camino...
Ahora dejo esta entrada para su reflexión, y como no, por si quieren dar su opinión. Como todos sabéis, mi blog es público y pueden opinar libremente....
Este mes de noviembre, como siempre, no me está sentando nada bien...
Hasta la próxima...
¿Será porque cuando les ha hecho falta, yo he estado ahi, pero nunca les he pedido nada a cambio? Siempre me he sentido muy orgulllosa de los logros de mis amigos, y apenada por sus fracasos además de apoyarlos en lo que me ha sido posible. Nunca me hace falta que me den las gracias por nada de lo que haya hecho por ellos, no las quiero, me siento agradecida de tenerlos como amigos. Esas son verdaderamente las causas por las que me siento agradecida de verdad, su amistad.
Te puedes cabrear con un amigo, y a veces, la mayoría, encontrar explicación lógica del porqué de la actuación de tal o cual amigo contigo, y del porqué del cabreo en si, aunque en el momento frio de la disputa no le veas explicación.
De siempre, en mi andadura política, he tenido una cosa muy presente, separar mi cerebro del concepto de amistad y política. ¿porqué? Porque se puede ser amigo de personas que no tengan tus mismos ideales, ni tus mismos intereses... se puede... yo doy fé de ello. Y siempre asi lo he demostrado a mis amigos.
Siendo de izquierdas, me acuerdo en las pasadas elecciones municipales como acompañé a una amiga a votar. Ella simpatizaba con un partido al que yo, pues no es muy de mi devoción, y ella me pidió ayuda en buscar las correspondientes papeletas para votar al partido que ella quería. ¿Que hice yo? Búscarselas y dárselas, y ella votó al partido que ella quería, no por el que yo hubiera votado. Eso se llama honestidad, transparencia y amistad de verdad. No por tener diferentes ideales la iba a engañar en meter en la urna unas ideas que ella no compartía, ¿no creen?
En 20 años de política me ha dado tiempo a hacer de todo como leyeron en mis pasadas memorias, y a tener amigos, enemigos, y especies varias de no se qué como llamarlos de conocidos.
Pero les voy a poner dos ejemplos de como la política y la amistad pueden no llevar caminos conjuntos y me gustaría que opinaran sobre ello o como actuarían ustedes, ¿les parece?
Una persona metida en la política con buen cargo (público u orgánico, da igual), y otra persona fuera de toda organización política y/o sindical. Ambos son amigos desde hace bastantes años (unos 15 por poner un dato numérico), y se han preocupado el uno por el otro desde siempre (o eso habían creído, ambos dos).
La primera persona tiene ahora una buena posición, debido a su esfuerzo, entre otras cosas, sus apoyos, sus influencias, y su recorrido en la vida, y por supuesto tiene un buen amigo, entre otros muchos, que es la segunda persona en cuestión.
La segunda persona, fuera de todo ámbito público y/o político, pasa por una situación laboral un poco anímica y preocupante, pero siempre ha sido fuerte y cree que no le hará falta nunca ayuda de nada ni de nadie. Hasta que vienen las cosas demasiado mal y se encuentra al borde del barranco.
La segunda persona, en su afán de superación y salir del bache laboral, dentro de su desesperación, abandona su orgullo y pide ayuda a su amigo el político.
1º ejemplo.-Imaginemos que hay una Administración pública en la que la 2º persona ve una oportunidad de provecho laboral, en un concurso público, y llama a su amigo, el político, para que le "ayude", aprovechándose de la situación del primero y sus influencias para que le beneficie y le "coloque" en esa oportunidad, aunque no sea la persona idónea para el puesto al que concurre, o no tenga los requisitos adecuados para que opte a tal oportunidad (la petición se basaría del 2º al 1º en que haga uso de sus influencias y contactos y llame a la persona que dirige la administración pública). La primera persona, el político, no muy amigo de las no transparencias y la no honestidad en ese tipo de actos, hace caso omiso de la llamada de auxilio del amigo, y no le ayuda. Ya que su lema es hacer de la legalidad su lema, y llevarlo todo muy TRANSPARENTE, HONESTO, y por la vía de la LEGALIDAD...
Este tipo de "amistad" a mi parecer me parece aprovechada por parte de la segunda persona, ya que aprovecha la situación de influencia de su amigo para lucrarse en beneficio propio, sin tener derecho a ello, eso se llamaría "enchufismo", ¿no creen?
Pero pongamos un segundo supuesto...
Volvemos a encontrarnos con las 2 personas anteriores. Primera persona, el político, y segunda persona, su amigo, con las dos mismas situaciones de status. El primero bien situado, el segundo, a punto de desmoronarse.
2º ejemplo.-Ahora imaginemos que hay una Administración pública en la que la 2º persona ve una oportunidad de provecho laboral, en un concurso público, en la que sabe por información fidedigna, que aunque él tiene los mejores requisitos para acceder a esa oportunidad laboral, hay algo que huele mal, sabe que alguien de esa administración no va a hacer las cosas conforme la transparencia, igualdad, méritos y legalidad que debería regir en una administración pública, y llama a su amigo el político para que avise a quien dirige esa Administración pública, para que se hagan las cosas BIEN. En definitiva, que haya un concurso justo de oportunidades, y la legalidad y transparencia priman por encima de todo, ya que la primera persona sabe de siempre que a su amigo el político eso es lo que siempre ha llevado bien a gala... transparencia, honestidad, legalidad, etc.. etc... y eso es lo que quiere hacer ver que predica el partido en el que milita.
Pues bien, la segunda persona, el político, hace caso omiso de la llamada de auxilio de su amigo, y mira para otro lado, no hace la llamada de rigor para advertir de la ilegalidad y esa administración pública elige a otra persona que no cumple los requisitos exigidos para tal convocatoria.
A esta segunda situación, la verdad que no se como denominarla, pero creo que en principio sería como ¿desilusión del segundo ante el primero? ¿la amistad del segundo hacia el primero no era tan verdadera como parecía? ¿Qué se ha perdido en esa amistad por el camino?
Yo, acabo de padecer una de las dos situaciones, aunque no les voy a decir cual. Los que de veras me conocéis, seguramente sabréis cual de las dos he padecido, y por ello me siento triste, muy triste de perder un amigo en esas circunstancias... Aunque en el fondo sé que si a esa persona le hace falta algo algún día, aqui me tendrá, yo si valoro la amistad como tal, aunque hayan piedras y espinos por el camino...
Ahora dejo esta entrada para su reflexión, y como no, por si quieren dar su opinión. Como todos sabéis, mi blog es público y pueden opinar libremente....
Este mes de noviembre, como siempre, no me está sentando nada bien...
Hasta la próxima...
Carmen, no creo que el dilema ético que planteas sea tan complicado de solventar, aunque a lo peor me equivoque.
ResponderEliminarVeamos, con respecto al primer ejemplo, me parece evidente que el amigo desempleado es quien, en primer lugar, está cayendo en un comportamiento falto de ética al pedir al político que intervenga en su favor. Sencillamente, al hacerlo pone al político (su amigo, no olvidemos) en un brete: ¿debe cumplir con su deber y permanecer neutral ante la decisión de conceder el trabajo o debe echarle una mano al amigo en apuros? Se puede argumentar a favor de una u otra posición, se pueden buscar excusas para una u otra decisión, pero de lo que no me cabe duda alguna es de que el amigo está poniendo al político en una situación difícil y, con ello, está abusando de la amistad que les une.
Dicho esto, no me encuentro entre quienes abogan dogmáticamente por elevar siempre nuestros conceptos a los más elevados altares, aunque sea a costa de la falibilidad humana. Cierto, las normas éticas más fundamentales establecen que el amigo necesitado no debiera siquiera dirigirse al político pidiéndole un favor de esta naturaleza. No obstante, se trata de un comportamiento muy humano. En definitiva, uno de esos casos en los que conviene criticar el pecado, pero quizá no tanto al pecador (dependiendo, obviamente, de lo apurado de su situación).
Por el contrario, el segundo ejemplo que citas me parece que es bien distinto. El político, en este otro caso, tiene la obligación de velar por la transparencia del proceso de selección, independientemente de que el afectado sea su amigo o no.
Espero haber respondido de forma razonable.
Completamente razonable Jesús, es más, estoy totalmente de acuerdo contigo. En el primer ejemplo hubiera sido poco ético y de muy "poco amigo" haber abusado así de la posición de su amigo. Pero en el segundo... el amigo no abusa, simplemente le recuerda que actúe conforme a los principios de cualquier político.. fuera quien fuera su amigo...
ResponderEliminarDe ahi mi decepción... no se si comprendes..., Yo fui protagonista del 2º ejemplo, y encima quieren hacerme ver como que yo "soy culpable", ¿porque? ¿por desear optar a algo por la via de la transparencia de un proceso?
En fin...
Por exclusión, el que te ha ocurrido es el segundo caso, pues no me entra en la cabeza nadie tan "honesto" dentro de tu círculo de "amigos & políticos". Y ya puestos a darle a la especulación, la adivinanza está tirada. El nombre del traidor lo conocemos todos, además, se ha delatado en su blog, no por acción sino por omisión. By yourself
ResponderEliminarMari Carmen, ¿te has planteado hacer una lista con todos los que empezaron contigo en JJ.SS. y después en el PSOE y ver donde está hoy cada uno?. ¿Cuantos han terminado enchufados en alguna administración, en la Universidad, en Unicaja, o en cualquier institución pública o semi-pública?. ¿De verdad has pensado alguna vez que alguno de est@s es socialista?. Lo que me da pena es que tú has hecho las cosas por que te gustaban y porque te creías lo que hacías, mientras que los demás buscaban el poder, el dinero, y por supuesto un buen puesto de funcionario. Y siendo como has sido generosa siempre, fíjate como te lo pagan algunos a los que les diste el biberón. En fin.....
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