En uno de mis muchos días en el chiringuito “La Caleta”, disfrutando del sol y la playa junto a mi amiga Isabel García Marcos con nuestros hijos (Lara y Sergio), y nuestras múltiples y variadas charlas políticas, un día de Septiembre del año 2002 ella me propuso algo. Estaba cansada de luchar, y aunque no lo dijera, yo lo notaba, y se acercaban las elecciones municipales, y tenía proyectos y planes diferentes de los que había realizado hasta ahora en Marbella, y me confesó que serían sus “ultimas elecciones”, ya no se presentaría más, esta era la “última vez”, y me pidió mi ayuda (lo mismo si el PSOE de Málaga hubiera sabido de esas intenciones de Isabel, la hubieran ayudado en aquellas elecciones en vez de hacerle lo contrario). Quería que me incorporara a su equipo para echarle una mano en esas elecciones. Ella tenía la sensación de “luchar” sola, sus compañeros la odiaban, su partido no la apoyaba, y necesitaba “trabajar” con gente que sí creía en ella como persona y como política. Y le dije SI.
Aunque yo seguía trabajando en la Diputación Provincial de Málaga, en mi puesto de Administrativo en el Servicio de Prevención, le prometí buscar tiempo y dedicarme por entero a ayudarla en Marbella. Y así lo hice, desde Octubre del año 2002, día tras día, salía a las 15.00 h. de trabajar y me dirigía seguidamente hasta Marbella, terminando a las tantas, pero no me importaba, creía que estaba haciendo una buena labor, ayudando a mi amiga y a mi Partido.
Recuerdo el primer día que llegué a Marbella. En San Pedro de Alcántara, en un bar frente a la sede, iba a haber una reunión, ya se estaban perfilando los posibles candidatos a la lista de las próximas elecciones municipales, y se iba a hacer una rueda de prensa. Yo llegué un poco tarde puesto que venía de trabajar, y cual fue mi sorpresa el encontrarme allí a Luciano Alonso y a Juan Alberto Aguayo (muy amigos todavía en aquella época, ahora por los tintes políticos actuales, creo que no). Luciano quería colocar, y colocó a Juan Alberto Aguayo en aquellas listas, (algún “cacho” de algo querría pillar Luciano, como si no nos conociéramos ya a estas alturas). Su amigo Juan Alberto, en el paro, aún habiendo sido Delegado Provincial de Turismo en su momento, había que colocarlo en algún sitio, y se fijaron en Marbella. Como dije en el anterior post, las vueltas que da la vida, antes Juan Alberto de Delegado hizo caso omiso de mi petición de trabajo para poder comer, y ahora él venía en la misma situación a “trabajar” codo con codo conmigo, y casi estar a “mis órdenes”.
Se creó para poder llegar más al ciudadano y estudiar la problemática del municipio de Marbella una Fundación el “Plan de Innovación de Marbella”. Creo que el Partido a nivel nacional, regional y provincial, equivocó esta estrategia, tomaron más este proyecto como arma para hacerse fotos y salir en prensa que para lo que de verdad estaba definido: Descubrir la problemática de esta ciudad y que saliera de ahí un programa electoral que diera respuesta y soluciones a los ciudadanos y ciudadanas de la ciudad. Para ello nos recorrimos palmo a palmo todos y cada uno de los barrios de Marbella, encuestando a los ciudadanos, hablando con ellos, viendo de cerca que ocurría allí, para tener una situación real y objetiva y plasmarlo luego en el programa electoral. Colaboraron, Arquitectos, abogados, empresarios, técnicos en general y algunos militantes de las agrupaciones de Marbella y San Pedro. Digo lo de “algunos”, porque estas agrupaciones también tenían lo suyo. Si hubieran creído en su ciudad, en el proyecto que se iba a realizar y no solo hubieran existido rencillas, envidias y odios hacia la persona de la candidata, lo mismo hubiéramos tenido otros resultados. Pero no, solo colaboraban unos pocos, porque los otros se entretenían en o no hacer nada, y cuando hacían algo era para votar al partido contrario, o simplemente hablar mal del proyecto. Como siempre en este partido, sea donde sea, se imponen las rencillas a los ideales, y así les va, y al final a llorar por los rincones y a quejarse de los demás, pero ellos antes a destruir lo que se intenta hacer por el bien de todos, en fin…
Fueron unas elecciones pintorescas y folclóricas (empezó el romance Julián Muñoz-Isabel Pantoja), acudía más prensa rosa que política a los actos en aquella ciudad. Rafael Salinas y yo, éramos los que “coordinábamos” aquella campaña, aunque se hubiera nombrado otra persona para ello oficialmente, pero estaba claro que con “paellas” y pegar carteles, que era lo único que se pensaba desde los militantes de aquellas agrupaciones, no íbamos a obtener muchos resultados, en los que no acudían votantes, solo la “misma pandilla de siempre”, y ellos ya votaban, no era como para auto convencerse de ello. Eso también hizo que nos vieran a Rafael y a mi, como oponentes en el mismo bando, en vez de cómo “compañeros” que venían a ayudar.
A nivel provincial, el Partido también nos ponían numerosas trabas. Desde confundir “intencionadamente” a la prensa, dando datos erróneos de visitas a los actos, como la del Presidente de la Junta, como a negarnos papeletas, o bolsas de caramelos, aunque parezca una chorrada. Yo como Coordinadora “oficiosa” que no oficial, tuve mis rifirrafes con ellos telefónicamente, cosa que luego pagaría con creces, porque de 8 a 3 trabajaba para ellos en la Diputación, pero a partir de las 3 p.m. me transformaba en “bicho político” e imponía a ellos mis criterios. Eso de transformarse según en que ámbito, y separar trabajo de la política, y amistad de compañerismo político, nunca lo han entendido los políticos provinciales del PSOE, y así me lo hicieron ver años después…
Hicimos una campaña “seria” y transparente. Llegue a prohibir a Isabel salir en el programa del “tomate”, tan de actualidad por el romance político-folclórica que parece que protagonizaba aquella “campaña”. Llegamos a instruir a todos los candidatos en todos los ámbitos, forma de vestir, de comportarse, de hablar, de cómo afrontar un debate televisivo, de que se creyeran políticos de verdad que creían en una causa. Con mi cámara de vídeo en mano, tarde tras tarde, me ponía con ellos a enseñarle todo lo que sé en política, grabándole, viéndose ellos en las grabaciones, rectificando errores, escribiendo notas de prensa, a hablar, a hacerse “políticos” con todas sus letras.
Todavía hay muchos de dentro y fuera de Marbella que creen que yo me “llevé” mis buenos sueldos de allí, lo que no saben es que solo me llevé disgustos, y alguna que otra satisfacción por enseñar todo lo que yo sabía a los demás, es decir trabajar y de “gratis”, pero eso no me preocupaba. A mi me pidió una amiga ayuda, y yo a mis amigos no se decirles NO, y eso es lo que hice, ayudar en todo lo que podía.
Terminaron aquellas elecciones con malos resultados. Con todo el trabajo hecho no llegaba a explicarme los resultados, la forma de actuar del pueblo de Marbella, aunque tiempo después pude reflexionar de que me equivoqué. Los ciudadanos no creen en la política seria, no están acostumbrados a eso, sino a todo lo contrario desgraciadamente, y encima con el NO-apoyo de los compañeros, del partido y demás, demasiado que hubiéramos logrado mantener el número de concejales (5). El haber sido amenazada públicamente en una tv local por Jesus Gil, el haberme peleado con la mayoría del PSOE provincial para imponer mis criterios y el haberme negado a entrar en el folclore de aquella campaña, no sirvió para nada. La verdad es que llegué a dudar de que mis ideales sirvieran para algo, y si todo lo que sabía en política, lo había utilizado bien.
Pero terminó aquella época actual y volví a mi trabajo en Diputación. Con moción de Censura en Marbella polémica donde las haya. Y cambió el Área donde yo trabajaba de Diputado, nombrando a Jesús Mora. Volvían en mi incertidumbres de continuar en mi trabajo, ya que en este ente Provincial priman antes de quien eres “amigo” a tu trabajo realizado. Pero se me dio cancha, y volví a reanudar mi puesto por un tiempo, aunque siempre con los ojos "clavados" en mi por ser amiga de Isabel, eso no me lo perdonarían nunca. Y así me lo hicieron ver. Si hubieran sido objetivos, lo mismo se hubieran dado cuenta de que yo no me fui a trabajar al Ayto. de Marbella con Isabel, de que yo no estaba de acuerdo con muchas de las decisiones de Isabel, pero preguntar no me preguntaron, para qué… ellos ya me habían etiquetado hace tiempo, y no iban a cambiar de opinión.
Jesus Mora, político antiguo donde los haya, concejal de Álora, tenía prometido “muchos favores”, entre ellos “colocar” a sus amigos, y no tenía “sitios” para ello. Así que un par de años después, hizo correr una información, porqué él no fue capaz de llamarme y decírmelo a la cara (actuación muy común entre los políticos provinciales del Psoe en Málaga, “dile tú, que yo no soy capaz”). Necesitaba mi puesto de trabajo para “pagar” uno de sus favores, y me anunciaron por “terceros” que me fuera buscando otro trabajo, porque el mio “lo necesitaba”.
Yo me quise morir en aquella situación en la que me veía inmersa, no le encontraba explicación, yo solo vivía para trabajar, para hacer bien mi trabajo, y creía que así lo estaba haciendo. Acentuaba mi complicada situación la enfermedad de mi madre, Metástasis ósea en fase IV terminal, la cual eché a mi espalda porque no quería ver sufrir a los mios. Y ahora me iba a encontrar en la calle, y sin trabajo y a mis 36 años. Necesitaba trabajar para comer, y además, egoístamente, necesitaba un convenio como el de Diputación que me amparara en las distintas visitas médicas con mi madre. Y en mi desesperación pedí cita al Presidente de la Diputación, Salvador Pendón, al que todavía estoy esperando que se me dé día y hora a la que ir para hablar con él. (Todavía recuerdo el día que dijo en prensa diciendo que Isabel no lo llamó para hablarle de la Moción, lo que no sabe es que yo estaba presente cuando lo telefoneó, y le dije a Isabel que guardara aquella factura de teléfono donde aparecería su número y los minutos que habló con él, y la guardó, ya que le dijo que no la podía atender mucho porque estaba en la feria de Álora y no era momento de hablar de eso, que si podía esperar a que acabara el verano). También fui a hablar con la que era Sª General del PSOE de Málaga en su momento, Marisa Bustinduy, en la que en la sala contigua al despacho del Presidente, en la que las dos de pie, frente a frente, le pedí y le supliqué que me dejaran seguir trabajando en la Diputación, aunque fuera de limpiadora, me daba igual de lo que fuera, se lo pedí por mi madre, y le lloré de impotencia, pero ella fría e implacable me contestó que ella no tenía nada que ver conmigo, que a mi me había traído Isabel y que “demasiado” que todavía permaneciera allí. (Todavía recuerdo cuando años antes, en su despacho me sonreía y me agradeció cuando firmé su candidatura en las primarias a la Alcaldía de Málaga, ahí parece que no le importó mi relación con Isabel. Aunque yo lo hice por tal de que no me “echaran”, porque en este Partido, o estás con ellos, o estás contra ellos, mucho hablar de pluralidad, pero rápidamente sacan su guillotina para cortar cabezas sino les “sonríes las gracias”). Y como no, aunque mi puesto era un puesto político, también acudí a mi sindicato, UGT, por si podían hablar con alguien, y si hablaron, pero no precisamente bien, sino todo lo contrario, para que me largaran, y tengo testigos de ello.
Gracias a mi amigo “Paco”, pude encontrar un hueco, presentándome a un proceso para entrar en un proyecto de empleo “UPD”, que con todo ello, también tuve mis trabas para entrar… Parece que no me querían ni “desterrada”, y todo por saber hacer solo una cosa “trabajar”. Allí estuve 2 años, desde Abril de 2005, hasta Abril de 2007. Estaba desterrada de la Casona, pero siempre creo que tuve la sensación de estar “observada”. Cuando terminó ese contrato de 2 años, se hizo la selección para renovar otros 2 años más, pero claro… no quiero decir que se conspirara porque yo no volviera a entrar a trabajar en la Diputación, pero me dejaron fuera, sin posibilidades ni de poder presentarme a esa selección por unos u otros motivos, que siempre a mi y a muchos… les ha “olido mal” y de camino hubieran culminado con mi “asesinato político”, aunque a veces creo que si hubieran podido sin que fuera un delito haberme clavado un puñal por la espalda y hacerlo real, lo hubieran hecho. Aquel año también hubo elecciones municipales, y me presté a ayudar en aquella campaña en la ciudad de Málaga, pero el ambiente, las formas de cómo me miraban muchos en plan “¿esta que hace aquí?”, me hicieron reflexionar mucho y pensar que mis ideales de izquierdas no tenían nada que ver con muchas personas que militaban en mi mismo partido, y que el solo mero hecho de tener un “carnet” no significan que todos tengamos una causa común. Los mios eran mis ideales, intentar cambiar el mundo por uno mejor, ayudar en conseguir un mejor bienestar social a los ciudadanos, ¿los de los demás? No lo sé, pero está claro, que iguales que los míos no eran, y decidí que los ideales no se tienen por pertenecer a un Partido y tener un carnet, y decidí salir de esa vorágine de las organizaciones políticas y observarlos desde fuera, porque la LIBERTAD nace de LA VERDAD. MI VERDAD.
(Estas memorias han sido una forma de “terminar” y de "romper" de una vez por todas con “mi pasado”, una forma de liberarme de todos y de todo lo que ha tenido que ver conmigo la política, que no con mis ideales. El que no las crea, que me pregunte, el que me conoce sabe que siempre me he destacado por decir “la verdad”, moleste o no, y así me ha ido, aunque no me ARREPIENTO de nada, y el que quiera que diga que Yo nunca trabajé por este Partido, como van diciendo muchos, no me molestan, me son indiferentes)
(En la actualidad no tengo contacto desde hace meses con Isabel la recriminé por teléfono su actitud y dejamos de llamarnos, poco por no decir casi ningún contacto con Miguel Ángel Heredia, Paco los contactos que tenemos son casi “protocolarios”, y afortunadamente con el resto de personas que nombro que me hicieron “daño”, tampoco tengo relación alguna. Ahora soy LIBRE y soy feliz.)
con
Esto lo he hecho por mi madre y por mi, nos lo debíamos.
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