viernes, 9 de julio de 2010

Diario de a Bordo: Vacaciones en el Mar (IV)


Hola de nuevo a todos. Aquí retomo de nuevo mi Diario de a Bordo. Trabajo, cansancio y temas familiares han hecho que retrase el relato del Diario de a Bordo. Así que dicho lo dicho, retomemos por donde lo dejamos.
3 de Junio: Tal como os conté en la pasada entrada, la noche anterior seguimos siendo los amos de la pista de la Discoteca Alameda y llegamos al camarote a las 3 y pico de la madrugada, aún teniendo que estar levantados a las 6 de la mañana, ya que nos esperaba la visita a Rodas, excursión que teníamos contratada con el crucero ya que solo estaríamos desde las 7 de la mañana hasta las 12.30h. y no me fiaba yo mucho de mi ebook-guia para hacerla por libre, vaya que nos pasáramos de hora y perdiéramos el barco....

Elegimos la excursión Rodas Panorámica, así que después del madrugón y un ligero, casi nocturno, desayuno a las 6 y media de la mañana nos dirigimos hacia el bus que nos llevaría a la excursión, con caras de zombies nos sentamos como cuando íbamos en el colegio en la parte de atrás y nos llevaron desde el puerto de Mandrakis donde se podían ver las estatuas donde decían se situaba el famoso Coloso de Rodas, que según la leyenda, la enorme estatua daba la bienvenida a sus visitantes y que fue considerada como una de las siete maravillas del Mundo Antiguo, hasta subir al monte Smith donde disfrutamos de una vista panorámica de Rodas y del paisaje que la rodea.

Seguidamente bajamos a Rodas, y por la puerta de Amboise llegamos a la ciudad de Rodas medieval donde encontramos el Palacio del Gran Maestro de la Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén. Con lo que a mi me gusta todo lo que huela a temple y me encuentro esto... Me encantó, me fascinó, flipé como niña con zapatos nuevos. El Castillo colosal, magníficamente conservado, imponente fortaleza con unos interiores suntuosos y un patio decorado con estatuas romanas (que por cierto tenían unos pies enorrrrmes). En el museo están expuestos unos hermosos mosaicos también de época romana.

Al salir del Castillo nos encontramos con la sugerente Calle de los Caballeros, empinada y estrecha, con el característico pavimento adoquinado. Está flanqueada por los prestigiosos "Hoteles", en los que, divididos por "idiomas" según el país de origen, se hospedaban los Caballeros de la Orden. Todavía hoy esta calle emana un halo de nobleza y de inaccesibilidad; también son dignos de admiración los ricos ornamentos de estilo gótico, las ventanas de arco, los tejados de terraza y las fachadas planas de color miel.

Mi "pequeña obsesión" por el temple hacía que buscara por las fachadas vestigios, señales, cualquier cosa de las que había leído en los cientos de libros sobre las ordenes caballerescas, y las encontraba y yo misma les daba mi significado. Lo pasé en grande paseando por esa Calle y mirando a lado y lado como si buscara el "enigma" perdido por la historia...

Aunque íbamos un poco zombies y cansados, finalizamos la mañana por las calles de Rodas cercanas al puerto de compras y tomando un café para ver si despabilábamos un poco, y a media mañana nos fuimos paseando hacia el Barco que nos esperaba para una larga jornada de travesía marítima hacia Alejandría, en Egipto, aunque fue llegar al camarote y caer desplomados en la cama y quedarnos dormidos en un pis pas hasta la hora de almorzar.

Por la tarde pasamos un buen rato de relax de piscina, tumbonas, y hasta imitando la escena mítica de Titanic cual sirena, ó más bien ballena jajaja, todo momento era diversión y relajación pensando en que ojalá fueran interminables las vacaciones...

Esa noche la vestimenta sugerida era Tropical o disfraz, y nosotros acordes con el protocolo como no llevábamos disfraz nos colocamos unos trapitos coloridos de ambiente tropical, como no, íbamos divinos de la muerte para variar jajajaja.... Después de la cena habitual con nuestros compañeros de cena subimos al Salón "La Rambla" donde con música en directo también se realizó el concurso de disfraces que ganaron una pareja vestidos de negritos, completamente embadurnados en betún, que a mi me daba hasta miedo de pensar como se quitarían aquello, pero es de decir que fueron muy originales y divertidos sus disfraces. Había de todo, desde los típicos disfraces marroquies, hasta confeccionados con cortinas y colchas y sabanas cogidas de los camarotes, la gente le echaba imaginación, si señor....

Esa noche nos acostamos más tempranito, a la mañana siguiente nos quedaba un día intenso, nos adentrábamos en Egipto.... (Continuará)

1 comentario:

Unknown dijo...

Mari muy bonito todo.

Por lo que leo disfrutásteis como enanos visitando muchos lugares y os habeis empapao en cultura.
El día 15 nos vamos a dar nosotros también un paseito en un "barquito" (3000 cuerpos caben en él).
A Venecia en avión y desde allí con el "barquito" rumbo a Bari, siguiendo Katakolon, Santorini, Mykonos, Corfú y Pireaus en Grecia y terminar en Dubrovnik en Croacia y vueltas a Venecia desde donde cogeremos otra vez el avión que nos lleve de nuevo al pais de los tulipanes.

Bueno besos un montón para todos y ya os contarémos.